Como sabemos, la infancia es una etapa clave en el desarrollo de los niños. Durante estos primeros años de vida, su cerebro está en constante crecimiento, absorbiendo información como una esponja y formando conexiones que influirán en su futuro. Pero, ¿te has preguntado cuál es el papel de la alimentación en este proceso de aprendizaje? ¿Cómo puede influir la comida en la memoria, la atención y el estado emocional de tu hijo?
Sabemos que una alimentación balanceada es clave para la salud física, pero su impacto va mucho más allá de evitar enfermedades o mantener un peso saludable. Ho en día se sabe que la nutrición influye directamente en el rendimiento escolar, en la capacidad de concentración y en la regulación emocional. Un niño bien alimentado no solo tiene más energía para jugar, sino que también está mejor preparado para aprender, resolver problemas y gestionar sus emociones.
El cerebro necesita combustible para funcionar correctamente. Nutrientes como los ácidos grasos omega-3, las vitaminas del grupo B, el hierro y el zinc son esenciales para el desarrollo cognitivo. Un niño que consume estos nutrientes en las cantidades adecuadas tendrá una mejor memoria, más agilidad mental y una mayor capacidad para concentrarse en sus tareas escolares.
Por otro lado, el consumo excesivo de azúcares refinados y alimentos ultraprocesados puede generar picos y caídas en los niveles de energía, afectando la atención y el estado de ánimo. Seguro te ha pasado que, tras una comida rica en azúcar, tu hijo está lleno de energía, pero poco después se siente cansado e irritable. Esto ocurre porque el exceso de azúcar altera los niveles de glucosa en la sangre, afectando el funcionamiento del cerebro y el comportamiento infantil.

El papel de la alimentación en la regulación emocional

La comida también influye en el estado de ánimo. Alimentos ricos en triptófano, como los lácteos, los plátanos y los frutos secos, ayudan a la producción de serotonina, una hormona clave para la sensación de bienestar y felicidad. De igual forma, una deficiencia en hierro o en ácidos grasos esenciales puede derivar en fatiga, irritabilidad y dificultades para concentrarse.
Además, muchos problemas de comportamiento en la infancia están relacionados con una mala alimentación. Episodios de rabietas, problemas de sueño y dificultades para regular emociones pueden tener como origen una dieta desequilibrada. Es por ello que enseñar a los niños a elegir alimentos saludables desde pequeños puede marcar una gran diferencia en su bienestar emocional y en su desempeño académico. Además de elegir los alimentos adecuados, es importante establecer rutinas que favorezcan una buena relación con la comida. Aquí algunos consejos prácticos para lograrlo:
• Desayuno nutritivo: Se suele decir que es la comida más importante del día. Un buen desayuno con proteínas, grasas saludables y carbohidratos complejos mejora la atención y el rendimiento escolar, por lo tanto, es de valorar incluir un buen desayuno para nuestros pequeños.
• Evitar los ultraprocesados lo más que se pueda: Reducir el consumo de refrescos, golosinas y frituras puede hacer una gran diferencia en el estado de ánimo y en la concentración de tu hijo. Igualmente, el objetivo no es prohibir, hay que mantener una relación saludable con todo tipo de alimentos y saber cuando comerlos y para qué nos pueden hacer mejor. No vamos a dejar de tomar algún dulce o snack en circunstancias donde es habitual comerlas (cumpleaños, fiestas, el cine, etc.)
• Hidratación adecuada: El agua es fundamental para el funcionamiento cerebral. La deshidratación, incluso leve, puede causar fatiga y afectar la memoria. Por eso es importante no apartar el consumo de agua por el hecho de querer consumo mas refrescos o zumos. El agua debe de ser la prioridad.
• Alimentos ricos en omega-3: El pescado, las semillas de chía y las nueces contribuyen a la función cognitiva y al desarrollo cerebral.
• Comer en familia: Las comidas compartidas mejoran la relación de los niños con la comida y les permiten aprender hábitos saludables de manera natural.

Descubre más en nuestra charla el jueves día 6 de marzo en HUNO

Entender cómo la alimentación impacta el aprendizaje y la regulación emocional de los niños es fundamental para ayudarles a crecer de manera saludable. Si quieres aprender estrategias prácticas para mejorar los hábitos alimenticios de tu hijo y potenciar su desarrollo, te invitamos a nuestra charla "Alimentación Infantil y Psicología" en Huno Formación y Desarrollo.
En este espacio, exploraremos a fondo la relación entre la comida y el comportamiento infantil, ofreciendo herramientas para prevenir conflictos en la mesa y fomentar hábitos saludables desde la infancia. Además, resolveremos dudas frecuentes y compartiremos material práctico para que puedas aplicar lo aprendido desde el primer día.